Ciclo del Agua

Vídeo Ciclo del Agua


El ciclo del agua es un ciclo continuo que no tiene un principio o un fin fácilmente determinados porque se encuentra en constante generación. Para comprender cómo se da este ciclo, es importante comenzar señalando que el agua, uno de los elementos naturales que se encuentra en mayor cantidad en el planeta, está presente en tres posibles estados diferentes: estado sólido, estado líquido y estado gaseoso. Cada uno de estos estados se ve representado por hielos o nieve, agua fluyente o vapor de gas respectivamente.
Uno de los primeros pasos a partir de los cuales se desarrolla el ciclo del agua es cuando se hacen presentes en la atmósfera las nubes o el vapor de agua, es decir, el agua en estado gaseoso. Este vapor de agua puede ser generado por la evaporación de los océanos y de otros espacios acuosos. Así, hablamos de la evaporación y de condensación cuando esa agua evaporada se condensa en forma de nubes.
Como estas formaciones de nube o gases normalmente se encuentran a temperaturas muy bajas, se convierten en nubes pesadas y más densas que comienzan a generar precipitaciones en forma de agua o nieve (estados líquidos y sólidos respectivamente). Este período se conoce entonces como precipitación. Tanto el agua como la nieve se infiltran en la tierra generando almacenes de agua subterránea. Otra muy importante cantidad de agua se escurre hacia manantiales, ríos y eventualmente mares y océanos, volviendo al lugar desde donde comienza el ciclo y realimentando en su camino todos los diferentes espacios en los que existe agua.


La importancia del agua para el ser humano

El agua no es otra cosa que dos moléculas de hidrógeno con una molécula de oxígeno. Así de simple, pero a la vez así de complicado. Se trata  de uno de los elementos más esenciales para la salud, tanto del planeta, como de los animales que lo habitan, y que resulta fundamental en la supervivencia del ser humano

El agua forma parte del 70 % del peso del cuerpo humano, y no es de extrañar, que una persona que no beba agua, pueda morir en unos pocos días.

En condiciones normales, un ser humano cada día pierde unos dos litros de agua entre el sudor, la respiración, la orina y las defecaciones, y estos dos litros deben ser recuperados cada día, ya sea ingiriendo agua, refrescos,  fruta, alimentos acuosos, etc. Lo lamentable y triste es que al gua está al alcance de nuestra mano, en cada una de las casas, siempre existe un grifo del que poder beber, pero aun así, la mayoría de las personas del primer mundo, sufren de lo que se suele denominar “deshidratación crónica” ya que no beben el líquido suficiente, y luego se quejan de cansancio general. Tan solo bebiendo un poco más de agua cada día podría solucionarse.
El cerebro humano, está compuesto de un 95 % de agua, la sangre de un 82%, y los pulmones de un 90% de agua. Es por ello, que apenas una disminución de un 2% en la composición de nuestro cuerpo puede causar ya los primeros síntomas de deshidratación, como son la perdida momentánea de la memoria, problemas con las matemáticas, dificultad en enfocar la mirada en objetos o letras pequeñas…

Un déficit de agua del 4% acarrea dolores de cabeza, irritabilidad, somnolencia y graves dificultades de concentración. Si alcanzamos un 10% de pérdida de peso corporal debido a la deshidratación, podemos perder la vida.

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